~ Alma ~
Somos esencialmente el Alma; todo lo demás viene a continuación. El Alma es el templo de Dios, así como el hilo conductor de todas nuestras diferentes y múltiples encarnaciones. Por lo tanto, no existe propósito más elevado en la encarnación humana que el descubrir esa sublime, maravillosa y trascendente verdad.
El reencuentro con nuestra Alma es cómo el Alfa y el Omega. Aquel lugar circular donde el principio se unifica con el final. El retorno a la fusión original, donde todo es Luz, Paz, Amor, Verdad y Pureza. Aquel espacio mágico que se encuentra más allá de la interminable y dramática trama ilusoria de la dualidad.
Todas las almas transitamos por dicha senda, aunque en su gran mayoría no seamos conscientes de esa suprema y magna realidad. Finalmente, algún día esplendoroso llegaremos a experimentar la Consciencia Divina. Aquel espacio místico y sagrado donde el alma individual es reintegrada y unificada con el Alma Suprema y Eterna.