No hay guardián más poderoso que la verdad. Si la verdad fuera un atributo o cualidad sustantiva en el comportamiento cotidiano de la gente, otro gallo cantaría. Donde hay verdad es fácil establecer justicia, encontrar paz, dar perdón, vivir con altos grados de ética, moralidad y tolerancia; y el progreso está asegurado en todos los niveles. La verdad es altamente expansiva, ya que ella es un atributo o componente fundamental dentro del Amor Incondicional.

 

La práctica de la Verdad es un paso cuántico para llegar a comprender la importancia que tiene la auto indagación; ya que ese es el camino más rápido y efectivo hacia el alto logro del establecimiento de la Verdad del Ser. La divinidad solo se encuentra a un paso de todos aquellos que anhelan y suspiran por llegar a experimentar la vida con altos grados de Paz, Amor, Rectitud, No Violencia y Verdad.

 

Cuando no hay verdad, regularmente hay falsedad. Es muy simple de entender. Entonces, tendremos contracción, egoísmo, depresión, sufrimiento, intranquilidad, temores, tristeza, y se expandirán como la mala hierba todo tipo de males, calamidades, miserias, desastres y conflictos interminables.

 

Ser veraces y transparentes no es tan difícil para aquellos que se lo proponen con convicción y determinación. La dulzura y el poderoso néctar de la verdad son pilares fundamentales en la reconstrucción de un nuevo mundo. Cuando finalmente seamos muchos mas los que aprendamos la importante y noble lección de vivir honrando y vitalizando la verdad, entonces, si estaremos a un paso de la Edad Dorada.