~ Taita Querubín Queta
Alvarado ~
Recientemente, y con algo mas de 100 años a cuestas, el querido «Taita Querubín Queta Alvarado», inició su camino de retorno a la tierra de los abuelos, al mundo del misterio y la región de los espíritus. El Taita, fue ciertamente un gran líder del pueblo Cofán; y un hombre muy querido y respetado no solo por su comunidad, sino que también, por miles de personas que tuvieron la oportunidad de recibir su medicina, sus cantos, su música y sus lindas y profundas enseñanzas.
El Tigre, como le llamaban cariñosamente sus cercanos, fue un gran hombre, humilde, simple, bueno, sabio; y altamente versado en la ciencia y la maestría del «Yagé», nombre por el que se conoce al «Ayahuasca» en la Amazonía colombiana En mi opinión personal; él Taita fue una figura consular y fulgurante, una verdadera leyenda viviente, y muy probablemente, el mayor exponente de estos tiempos en la regiones del Putumayo, Colombia.
Poco mas de 4 años atrás, tuve el gran honor y privilegio de visitarlo y pasar casi una semana en su casa en Jardines de Sucumbíos, en el departamento de Nariño; donde me recibió cariñosamente. Tuvimos hermosas y largas conversaciones, siempre salpicadas y condimentadas con su chispeante buen humor. Y, bueno, también me narró en su particular estilo, algunas legendarias historias de sus tiempos de juventud y aprendizaje, así como de sus andanzas y peregrinajes en busca de los maestros que lo fueron preparando pacientemente para llegar a las alturas que él alcanzó.
Tome 2 veces Yagé con el abuelo, en un contexto muy nuevo para mi, ya que provengo de una tradición muy diferente en cuanto al modelo de ceremonia y en mucho detalles; pero, finalmente, el Ayahuasca es Ayahuasca en cualquier lugar en que uno la tome, y siempre y cuando la ceremonia sea dirigida por alguien competente y convenientemente preparado para ello. Algo con lo que el afamado Taita contaba de sobra.
Él realmente fue un puente viviente entre estos tiempos y los lejanos tiempos de los antiguos y épicos médicos yageceros de la región del Putumayo. Durante nuestras conversaciones pude escuchar directamente de él muchas historias acerca de su conocimiento y su temprana formación en el arte de la medicina del Yagé, así. como de los maestros que influyeron en forma importante en su período formativo.
El querido «Taita», además de ser una de las principales autoridades espirituales del pueblo Cofán, fue un gran luchador por los derechos humanos y la libertad de los pueblos oprimidos. Hoy en día, hay muy pocos como él. La foto de la publicación corresponde al día en que nos despedimos, luego de una noche de ceremonia. También aparece en la foto la abuela María, su dulce compañera que ya había partido de este plano algunos meses antes.
En el ámbito personal, para mí fue una visita muy importante y enriquecedora, ya que me permitió ampliar mis conocimientos y establecer una relación muy bella y estrecha con una de las figuras mas rutilantes del mundo de la Amazonía colombiana. Todo mi amor, respeto y gratitud a este gran maestro del mundo amazónico que el gran misterio me puso por delante. La fotografía que ilustra esta publicación fue tomada momentos antes de nuestra despedida de aquellos memorables días.
Para el Taita, un gran abrazo y mucha alegría y feliz reencuentro con la abuela María, y también, feliz reencuentro con los benevolentes y genuinos maestros del cielo ayahuasquero, región celestial en la que moran apaciblemente y tejen sus historias los guardianes tutelares de la hermosa y sagrada ciencia de la Madre Medicina. Así como también, con todo el misterio que rodea y envuelve el fenómeno del desprendimiento del cuerpo físico.
Querido abuelo, muchas, muchas, gracias, ya te encontraré mas adelante en el canto y en el encanto mágico de la ciencia mística de la Madre Medicina. Que seas muy feliz eternamente feliz. Y, que desde este nuevo espacio sigas contribuyendo, regando bendiciones y sanando y enderezando el cuerpo y el espíritu de tantas y tantas que necesitan de tu elevado y refinado poder curativo.
~ Águila Blanca ~