~ Misticismo De La Rosa ~
Para llegar a la esencia y el néctar de la Rosa, primero debemos necesariamente transitar por la difícil y tortuosa senda de las espinas. Las dificultades, las trabas, los problemas, así como los obstáculos que debemos sortear a diario, constituyen en sí mismo la materia prima que finalmente nos conduce en forma gradual y paulatina a la búsqueda de la inmaculada fragancia de la Realización del Ser.
La mayoría de la gente todavía prefiere caminar incesantemente por la senda laberíntica de las espinas. Es su elección. Algún día, más tarde o más temprano en esta vida o en la próxima llegarán a darse cuenta de que ya es tiempo de buscar la fusión de la Rosa en lo más profundo de su Corazón.
La Rosa es un símbolo místico de lo bello, lo inmaculado, lo sublime y del Amor Incondicional; vale decir, de la fusión divina. Cada vez que obsequiamos o recibimos un regalo de un bouquet o ramo de rosas, esto viene acompañado de un profundo sentimiento que causa un impacto muy positivo en el centro del corazón.
Amarse a sí mismo con generosidad, humildad, alegría y respeto es amar a la Rosa del Corazón: la «Magna Presencia Yo Soy» en el ser humano. Quien se ama, se acepta y se honra de esa forma está en camino del Amor a Dios y del Amor al prójimo.