~ Lautaro, el Gran Héroe de la Épica Mapuche ~
Leftraru en mapudungum o Lautaro en idioma español, sin lugar a dudas, es considerado uno de los mas grandes héroes de la épica Mapuche. Al Joven Lautaro le tocó jugar un rol muy relevante te en los primeros años de la llegada de los conquistadores españoles. Fue y sigue siéndolo un verdadero estandarte o un arquetipo representativo de los valores tradicionales de la cultura mapuche; tales como el valor, la sagacidad, la astucia, la inteligencia, el amor por su gente y su tierra, o bien, por su alta destreza y genio en el campo militar.
Según se sabe nació alrededor del año 1534, hijo del Lonko Leukoton. Cuando solo era un joven de aproximadamente 18 años fue hecho prisionero por la fuerzas del ejército español, comandado por el gobernador Pedro de Valdivia, permaneciendo cautivo por un período cercano a los 6 años. Probablemente debido a sus innatas capacidades, es que llegó a ser un sirviente allegado al mismo Valdivia, algo muy natural y común en aquellos tiempos, en que los prisioneros ejercían diferentes labores, de acuerdo a sus capacidades o talentos naturales. De esa forma fue que observó y aprendió las diferentes tácticas militares de los españoles, desarrollando un acabado conocimiento en lo referente a la caballería, así como también un profundo conocimiento de la idiosincracia y las formas propias de los conquistadores.
Para comprender en forma correcta todo esto, debemos recordar que tanto la caballería, el armamento, el poderío militar, tanto como la naturaleza y la motivación de los españoles era algo totalmente nuevo y desconocido para el mundo mapuche.
Seguramente en esos 6 años de experiencia en el cautiverio, se habrán plasmado y acrecentado en el sus innatas dotes de liderazgo. Desde luego, después de su fuga y reencuentro con su gente, todos los conocimientos adquiridos en dicha época, constituyeron una aprendizaje de enorme y apreciable valor en lo que significaría la posterior organización de la resistencia y sublevación mapuche, ante la tiranía, el despotismo y la crueldad empleada por la fuerzas invasoras.
Y esto es muy importante de recalcar, ya que la violencia ilimitada de los conquistadores españoles incluyó desde aberrantes mutilaciones, humillante esclavitud, profanación de tierras ancestrales y todo tipo de violaciones a los derechos humanos mas esenciales. Algo que la historia oficial suele soslayar y solo mirar de reojo.
Es a partir del regreso a su tierra, cuando empieza a escribirse la epopeya de este magnífico héroe indígena, quien inusualmente a pesar de su juventud fue nombrado toqui. Demostrando de ese modo el respeto y la admiración de su gente, así como el aprecio y la aprobación de los sabios y los ancianos. Lautaro fue quien le enseñó y le transmitió a su pueblo, el arte de la cabalgadura como arma de movilización y de combate, el ataque por sorpresa y repliegue inmediato de pequeñas partidas en terrenos específicos y determinados, o el uso de novedoso armamento. Todo lo cual explica en parte, el gran prestigio, reconocimiento y liderazgo que alcanzo entre su pueblo.
De hecho, luego de una serie de importantes y sucesivas victorias a través de dichas maniobras militares, el mismo Valdivia fue capturado, enjuiciado y posteriormente ejecutado. El valeroso ejemplo de este gran estratega, le daría mucha fuerza a la causa de la resistencia mapuche, a tal punto, que nunca pudieron ser derrotados por el poderoso ejército de la corona española. Lucha que se extendió con triunfos y derrotas para ambos bandos, por aproximadamente un siglo, hasta llegar al año 1641, en que el rey de España reconoció formalmente la autonomía y la independencia de la Nación Mapuche, con la firma formal del tratado de las paces de Quilín.
Finalmente el Toqui Lautaro, se encuentra con la muerte el 29 de Abril de 1557, combatiendo al frente de sus tropas, en la batalla de Peteroa. Cabe mencionar, que el 29 de Abril, fecha de la conmemoración de su muerte, la Nación Mapuche también celebra el día de los Héroes y Mártires del Pueblo Mapuche, resaltando con este hecho la importancia de Lautaro en la memoria y en la consciencia colectiva de dicho pueblo. Cuya resistencia contra la invasión foránea es un ejemplo y un hecho histórico casi único, no solo en la historia de América, sino también en la historia mundial. Ya habían sabido de su bravura y su increíble indomabilidad anteriormente los incas, antes de la llegada de los españoles, y también con posterioridad el propio gobierno chileno.
En la actualidad, la situación política y social del pueblo mapuche respecto de sus derechos ancestrales y las injusticias que han debido padecer desde siempre por parte de los gobiernos y los grandes poderes económicos, se encuentra extremadamente radicalizada y polarizada. Transformándose de paso es un fenómeno muy complejo y con muchas aristas y ángulos diversos, el que aún se encuentra muy lejos de un cauce que permita ver algún tipo de solución permanente y definitiva.
Para poder comprender y tener un discernimiento cabal no solo de la historia mapuche, sino también la de los diferentes pueblos amerindios, se hace muy necesario despojarse de todos los prejuicios y las ideas preconcebidas en las que habitualmente hemos sido educados respecto de dicha situación. Ya que por regla general, ello solo constituye una parte, y con frecuencia una parte muy parcial, limitada y manipulada de los hechos históricos, tanto como de las grandes consecuencias y sufrimientos que han debido padecer dichos pueblos y naciones. Las que sufrieron un cambio fundamental y permanente en sus milenarias y ancestrales formas de vida, luego de la llegada de los europeos.
Y aquí cabe consignar también una de las grandes pérdidas y consecuencias para los sociedades modernas. Desde mi perspectiva, Lautaro representa mucho mas que un gran estratega militar y una figura consular y épica para su pueblo. Representa además, todas las implicancias y consecuencias en la vida moderna derivadas de la pérdida de la sabiduría de los pueblos antiguos, quienes vivían sus vidas en un estado de gran conexión con la Madre Naturaleza, y sin lugar a dudas, tenían una integración espiritual en la estructura de su personalidad muy superior al mundo invasor.
Para ellos era muy natural el escuchar y aprender del murmullo de las aguas cristalinas, el inferir señales en la voz del viento, o en la quietud de los bellos atardeceres, y por sobre todo, tenían un respeto y reverencia por sus raíces y sus tradiciones ancestrales. Algo totalmente ausente en las » sociedades civilizadas”. Lo que en la práctica significaba que la voz de los mayores y de los sabios siempre estaba presente en quienes gobernaban, educaban y regían los destinos de sus pueblos.
Todo ello fue reemplazado por la codicia, la brutalidad y la avidez representada por las fuerzas conquistadoras, donde los principios y los valores fundamentales de la vida fueron a su vez reemplazados por los aspectos negativos como la hipocresía, el orgullo, el egoísmo, la intolerancia o la monstruosidad irracional de la violencia en sus múltiples formas.
Cuando la figura y la relevancia de los sabios fue olvidada, esto dio lugar a la adoración y la admiración de figuras discretas, lejanas a la moralidad, la ética y la rectitud. Dando paso a la pérdida irremisible en las sociedades modernas de todo el respeto, y la reverencia por el conocimiento y la sabiduría inherente a miles y miles de años de lento y paciente y esforzado aprendizaje.
Desde luego, todo ello no significa que tengamos que ponernos plumas en la cabeza, cambiar nuestras indumentarias o hablar como si fuéramos indígenas, sino mas bien poner mas atención en los principios fundamentales que inspiraban y vitalizaban sus formas de vida. Aún cuando en el caso de la sociedad mapuche, mucho podríamos aprender de ello, ya que sus ornamentos, vestuario, abalorios, o los elementos que giran en torno a ellos, tienen gran poder y profundas y significativas implicancias no solo en el mundo físico, sino también en el plano espiritual y en los mundos sutiles. Mas aún, en estos tiempos modernos en que la ridiculez y el espanto de las modas pasajeras, ejemplifica de manera ineludible el grado de desconexión espiritual y la degradación de los valores mas elementales en que vive sumida gran parte de la población.
A mi, en lo personal, el rescatar la figura histórica y arquetípica de Lautaro, también implica simbólicamente, el rescate de los altos valores implícitos en la sabiduría de las diferentes culturas ancestrales, sus héroes, sus epopeyas y hacia todo el profundo y sabio conocimiento que ellas poseían respecto de la naturaleza integral de la psiquis del ser humano.
Naturalmente el mundo mapuche tiene muchos niveles de comprensión y entendimiento, tanto en lo social como en lo espiritual, y en los que mi propia comprensión y entendimiento son muy limitados. También soy muy consciente de que hay muchos mapuches a los que no solo no les gusta, sino que les indigna que personas extranjeras hablen de su mundo, sus costumbres y sus tradiciones. En cualquier caso, este artículo a sido concebido y escrito con humildad y sinceridad y solo busca hacer una reflexión y mostrar una sensibilidad quizás desconocida para muchos de los lectores, acerca de un mundo arraigado en concepciones muy mágicas, espiritualmente muy sabio, y que históricamente a sido muy maltratado, humillado y pésimamente mal comprendido.