~ La Historia, el Hombre y la Conspiración ~
Si observamos con atención la manifestación del fenómeno de las conspiraciones o los complots en la historia de las diferentes civilizaciones humanas, veremos que dicha situación siempre ha estado presente; desde los mismos albores de la humanidad. Más aún, ha sido un aspecto o componente muy determinante en la suerte y el destino de las mismas. Baste para ello, darle una mirada a los registros históricos, y podremos ver que el cáncer de las confabulaciones, las tramas y las maquinaciones son tan viejos y recurrentes, como la misma historia de la humanidad, repitiéndose una y otra vez.
En términos muy simples, se puede entender por conspiración, como todos los actos y asociaciones de un grupo reducido de personas que en torno al poder y sin ningún tipo de escrúpulos, buscan su propias ventajas y beneficios, en desmedro de los demás. Sin dudar para ello, en utilizar todo tipo de medios para lograr sus objetivos; y claramente, sin importar ni la legalidad, la moralidad, la decencia o la honradez de los mismos.
Estas oscuras prácticas, normalmente están ligadas a todas las esferas en que se ejerce y se sostiene el poder en sus diferentes formas, ya sea este económico, político o social. La historia también nos muestra que estos hechos se suceden independientemente de los colores, tendencias o sectores que estos poderes puedan o pretendan representar. De la misma manera, siempre la encontraremos presente en todas las situaciones en que el poder constituido es socavado, influenciado y determinado bajo todo tipo de prácticas ruines, viles y malévolos.
Por lo tanto, si observamos con el intelecto y la mente abierta, veremos que tanto las conspiraciones como los complots han caminado sigilosamente tras el hombre como una oscura sombra pisándole los talones, desde los albores mismos de la humanidad. De lo cual, podemos inferir que sus raíces y sus orígenes se encuentran en las profundidades de la psiquis humana, identificada con todos los aspectos negativos e inferiores de la personalidad y la naturaleza humana. Tales como el egoísmo, la envidia, la avaricia, la lujuria, la arrogancia, el odio o la intolerancia. Por naturaleza propia, son situaciones invisibles que se manifiestan en forma velada y oculta, escondidas bajo el ropaje de la mentira, el misterio y la intriga. Podemos pensar sin temor a equivocarnos, que donde rondan dichos aspectos o tendencias, la conspiración se encuentra al acecho.
Nadie pone en duda que fue una siniestra conspiración, lo que terminó con la figura de Jesús en la cruz. O aún, que diferentes confabulaciones, fueron la causa de la caída de muchos imperios y gobiernos, como asimismo del asesinato tanto de presidentes, gobernantes y líderes prominentes en el mundo entero. Los ejemplos son muy abundantes en la historia. Además han sido la causa y el detonante de la mayoría de las innumerables crueles y aberrantes guerras y sus terribles consecuencias, así como de las peores abominaciones.
Las conspiraciones, son muy similares a la visión que se produce cuando vemos la punta del iceberg en la superficie, pero que no nos permite ver todo lo que se esconde bajo las profundidades. Lo que en este caso, son las raíces y los gérmenes de las turbias y retorcidas conductas que las sustentan. Y sus causantes, siempre serán personas turbias y torcidas con extraños poderes de seducción y manipulación de las masas.
Por supuesto, que en los tiempos modernos las prácticas y las estrategias han cambiado y se han ido adaptando al fenómeno internacional de la globalización. Por lo tanto, estas prácticas que antes fueron más bien de carácter local o regional, hoy se transformaron en situaciones globales o mundiales. Las que finalmente abarcan no solo países o regiones sino más bien a gran parte del mundo en su conjunto. Sus efectos tienen directas y nefastas consecuencias en gran parte de la población mundial, en especial en las capas más desposeídas, vulnerables, con menor educación y con mayor falta de oportunidades.
Siempre hay muchos ángulos para analizar las cosas. Desde el punto de vista espiritual, esto se puede ver como la eterna lucha entre el mundo de la luz y el mundo de las tinieblas. Vale decir, que la conspiración y todas sus funestas consecuencias se deben a la prevalencia de todas las tendencias de carácter negativo en el alma humana. Por cierto, esa es la alegoría que podemos ver en el mito bíblico de Caín y Abel, en el cual se narra en forma simbólica la caída de la consciencia del hombre en el mundo de la densidad, al perder precisamente la consciencia de su propia Divinidad.
Las sociedades finalmente, son una representación amplificada de los individuos que las componen. Podemos inferir de esto, que este enfrentamiento entre la luz y la oscuridad, también tiene su correspondencia en el interior de cada Ser. Por lo tanto, cada persona que erradique estas bajas tendencias dentro de su propio personalidad, hace un gran avance en el progreso de sí mismo, pero también tiene un gran efecto e influencia en el progreso de la sociedad en lo colectivo.
Esto desde mi punto de vista es muy importante. Ya que es muy común ver a muchas personas, principalmente a través de las redes sociales, quienes legítimamente expresan de diferentes formas sus pensamientos y reflexiones, en torno a las arbitrariedades de las élites dominantes y a todas las injusticias y las desigualdades del sistema imperante, lo que por cierto, es muy importante y valedero.
Pero mucho más importante y más efectivo aún, es el hecho de hacer esfuerzos por erradicar en nosotros mismos las tendencias, acciones y comportamientos que con tanta facilidad criticamos y enjuiciamos a los demás. Los que por cierto también oscurecen nuestras vidas, nuestras actividades y nuestras relaciones. Me imagino que a esto se refería el maestro Jesús en la alegoría acerca de «ver la paja en el ojo ajeno, y no ver la viga que cubre el ojo propio,” o bien, cuando dijo, ”el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.” Mahatma Gandhi, también lo dijo, en una forma muy poética y un tanto diferente: ”Sé el cambio que quieres ver en el mundo.“
Como consecuencia natural, cuando en el hombre finalmente logran prevalecer en su interior las cualidades o virtudes opuestas, vale decir, la honradez, la rectitud, la verdad, el altruismo, la paz, la humildad, el respeto y la tolerancia; en forma también natural decrecen las malas tendencias, los atributos negativos y las prácticas deshonestas.
Hay un Plan Divino y este ha de cumplirse. Ese plan necesariamente nos indica entre otras cosas, que nunca debiéramos olvidar que en la vida en la tierra el libre albedrío es una ley. Por lo tanto, el hombre es el arquitecto de su propio destino y también de las sociedades que él mismo ha creado. La forma más efectiva de mejorar las cosas es desde adentro hacia fuera, sin importar el tiempo que ello pueda tomar. Finalmente, paso a paso, se camina muy lejos.
Cualquier forma que pueda tomar la conspiración, finalmente tiene que ver con miedos, oscuridad y contracción. Por lo tanto, la manera más efectiva para hacerle frente, es incrementar la Luz y todos los atributos y cualidades que le son inherentes. Toda la Luz se suma, se multiplica y se hace una con en el brillo majestuoso de las maravillosas dimensiones del Gran Sol Central.