~ Humildad ~
Las personas que abnegadamente trabajan por encarnar los altos valores de la humildad son la que caminan a paso seguro hacia la Ascensión de las alturas del espíritu. Cualquier santo, sabio o maestro, de cualquier tiempo o tradición, siempre lo ha hecho caminando en forma paciente y dulce de la mano de la humildad.
Ser humilde nada tiene que ver con la debilidad. Al contrario, es uno de los ladrillos fundamentales en que se sustenta la grandeza y fortaleza del espíritu. La humildad, es una fuente de inagotable riqueza espiritual, y siempre se encontrará acompañada de un corazón generoso, noble, luminoso y compasivo.
La virtud de la humildad es una suerte de llave maestra que abre las oxidadas y estrechas cerraduras del egoísmo, la ignorancia y la ceguera espiritual. Mientras más personas entren en la frecuencia de la vibración de la humildad, el mundo se encaminará en la dirección de la justicia, la paz, el perdón y la solidaridad.
En la filosofía hindú, una de las máximas deidades representativas de la humildad, la constituye la imponente y radiante figura de Lord Hanuman. En dicha filosofía las deidades son alegorías a las virtudes y cualidades divinas que moran en forma latente en el corazón y la consciencia del ser humano.