Desde tiempos inmemoriales en las culturas ancestrales el Tótem del Águila, ha estado asociado a la representación simbólica del poder de la visión intuitiva. La mirada amplia y lúcida, la sabiduría propia de quien escudriña en el misterio interior, la cercanía con el mundo de los Dioses y los Ángeles, como asimismo, el vuelo libre del espíritu y la valentía en tiempos de dificultad, también constituyen parte importante de sus mágicas, poderosas y sorprendentes particularidades.
Es a través de la llave del corazón, la mejor manera para establecer contacto directo y seguro con esta fuerza espiritual y protectora; uno de los grandes custodios que moran en forma sutil sobre el éter de la amada Madre Tierra. Cada animal en si mismo, encierra la posibilidad arquetípica o alegórica de la adquisición de ciertos poderes específicos, los que cuando son invocados con respeto y veneración se pueden llegar a transformar en una fuerza aliada formidable, la que en forma cotidiana nos ayude a superarnos y llegar a ser mejores personas.
Dichos poderes no son patrimonio exclusivo del mundo shamánico o de algún individuo en particular. Y aún, cuando cada persona pueda tener conexión o sentir afinidad especial con cualquier otro animal de poder, el poder específico de la medicina del Águila, se encuentra a disposición de quien quiera tomarlo. El vuelo del Águila, nos empodera, nos hace mas flexibles y visionarios y nos aporta la certeza y la tranquilidad de la contemplación veraz, sincera y trascendente.
Por lo tanto, desde esa perspectiva, el poder totémico del Águila constituye una herramienta muy valiosa y eficaz, que nos acerca con delicadeza y seguridad a la belleza cristalina de nuestro Ser Superior, y con ello, se transforma en un maravilloso vehículo para llegar al elevado plano celestial donde moran los Maestros, los Ángeles y los Seres de Luz.
~ Águila Blanca ~
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.