~ El Gran Misterio ~

En el eco resonante y recóndito de los montañas, en la magia etérica de las piedras y los cristales, en el canto susurrante de los arroyos y las cascadas o en el vuelo colorido del colibrí, podemos encontrar el rastro el misterioso del conocimiento y la raíz de la sabiduría. Ya que ahí residen la verdad y el enigma del Universo.

Así también ocurre cuado alzamos la mirada al brillo fulgurante y prístino de la luna, a la pureza mística de las nubes arreboladas, cuando ponemos atención al canto de las aves o al paso silente y arcano de las hormigas.

La música sutil de las altas esferas nos habla a través del resplandor centelleante y refulgente del brillo de las estrellas. Entonces, la magia de la vida se expresa en sus múltiples y minúsculos detalles. La caída tenue de las hojas, el olor de la tierra húmeda, la bella y tierna de la presencia de los animales de cuatro patas, el ladrido de los perros, la belleza de cada amanecer; todo tiene un secreto y el corazón lo sabe.

Cada aspecto, cada forma y cada color de la creación tiene un bello y espléndido mensaje. El cual se expresa a través del sutil lenguaje de la Madre Naturaleza.

El dulce misterio contemplativo de la vida, pacientemente nos está esperando. Abramos los corazones y busquemos pacientemente dentro de la inocencia de nuestro Ser. Descorramos el velo de la verdad, y descubramos la recóndita, pura y misteriosa belleza esencial de nuestra Alma. Pues eso es lo que somos. El misterio del Alma y el Ser.

~ Águila Blanca ~