Ciertamente, los acontecimientos que han sacudido al mundo en el último tiempo pueden ser leídos o interpretados de diversas maneras. Pero, sin embargo, no debiéramos desconocer que el comportamiento colectiva de las grandes mayorías ha permanecido en una escalada de disociación cognitiva, como nunca antes en la historia humana.

 

No hay que ser un experto analista político para darse cuenta de que la mayoría de las naciones y organismos internacionales están siendo gobernados y manejados por una pandilla de rufianes, mafiosos, corruptos y sucios criminales de cuello y corbata. Quienes se enmascaran hipócritamente tras el velo de sus pomposas y retorcidas posiciones de prebendas y privilegios.

 

Resulta que son estos mismos cuestionados y sórdidos personajes, los que se enriquecen a manos llenas en forma ilícita, vil y corrupta. Los que además los que gobiernan con bajísimos niveles de aprobación ciudadana por su patética incompetencia en resolver los problemas de sus gobernados. Y, por si esto fuera poco, son serviles marionetas de los intereses corporativos que los manejan desde las tinieblas; y que son realmente quienes dictan las imposiciones, agendas y narrativas a seguir.

 

Finalmente, son ellos los que nos han impuesto todo este tipo de medidas restrictivas draconianas, tiránicas, ridículas, contradictorias, incoherentes y carentes de sentido común.

 

¿Y la gente dónde está?… Sumida en el vaporoso sueño ilusorio de la ignorancia, el miedo, la cobardía, la sumisión, la obediencia ciega, la opresión y la falta de discernimiento… Y poco y nada quieren saber acerca de que la majadera y aberrante narrativa oficial puede estar muy lejos de ser verdad.

 

Al punto de llegar a criminalizar, culpar y vilipendiar a cualquiera que piense o se conduzca de manera diferente. ¿Es esto normal?, ¿es un delito disentir?, ¿es un pecado pensar diferente?, ¿quienes son realmente nuestros enemigos?.

 

En cualquier caso, y esto hay que decirlo en forma clara y categórica, la ambigüedad, la tibieza, la vaguedad o la ambivalencia, constituyen comportamientos que facilitan mucho las oscuras maniobras y tejemanejes de los psicópatas y perversos personajes que se encuentran tras bambalinas. Si damos un par de pasos adelante, pronto podremos comprender que toda esta absurda incoherencia del microorganismo y sus presuntas variantes, no es más que la capa superficial de un pantano muy pestilente, repugnante y profundo…

 

Para tranquilidad tanto del género humano, como de las distintas dimensiones que evolucionan en la superficie y en los planos sutiles de la Madre Tierra, en esta guerra soterrada, invisible y silenciosa, cada día las fuerzas de la Luz avanzan de manera majestuosa e imparable, y la vez, la oscuridad disminuye su cohesión, su poder y sus tentáculos a cada momento… La realidad supera a la ficción… Ya vendrá el tiempo de las revelaciones… Bendiciones, y mucho Amor, Alegría, Esperanza y Paz en el Corazón de Todos… Todos somos Uno…