La manera más eficaz y segura de triunfar sobre la distracción, es aumentar conscientemente nuestro poder de concentración. Al fin y al cabo, es la concentración lo que conduce a la sabiduría y al conocimiento. La distracción es uno de los peores males que sufre hoy a la humanidad; en forma muy especial los niños y los jóvenes.

 

El cultivo de la paciencia, la constancia, el esfuerzo personal y la autodisciplina constituyen remedios muy efectivos para vencer la intolerancia, la intranquilidad y la incesante incapacidad de morar en el tiempo presente. La concentración solo se logra cuando estamos en tiempo presente, pero, desafortunadamente ello es muy escaso en el estilo de vida moderno imperante.

 

Por lo demás, un futuro próspero se fundamenta en vivir un buen presente; así como también, en el correcto entendimiento e integración de la experiencias del pasado. Pero ello no significa en modo alguno el quedarnos detenidos en el pasado o vivir ansiosos y preocupados por el futuro.

 

Ser perseverantes en nuestros propósitos, metas y objetivos es la mejor manera de llegar a cumplirlos, para eso, el poder de concentración es altamente importante. Caminando paso a paso, se camina muy lejos. La perseverancia trae buena fortuna.

 

El poder de concentración es una herramienta que utilizada en la forma correcta, abre todas las cerraduras que bloquean la entrada a los planos de la serenidad, el optimismo, la alegría y el bienestar general.