~ Calfucurá ~
Juan Calfucurá, vino al mundo aproximadamente el el año 1780, en el corazón mismo de la Nación Mapuche, al sur del río Biobío. Con el paso de los años llegaría a convertirse en unos de los líderes mas emblemáticos y relevantes de la historia moderna del pueblo mapuche, ya que contaba en gran medida, con todos aquellos atributos y cualidades que caracterizaron desde tiempos remotos a los grandes jefes de dicha nación. Entre los que podemos mencionar y destacar, la valentía, la sabiduría, el buen juicio, la inteligencia, la sagacidad, así como el apego a la verdad y el férreo e incondicional amor a su pueblo y sus formas ancestrales de vida.
Bordeando los 40 años atravesó la Cordillera de los Andes y se instaló en las pampas al sur de la provincia de Buenos Aires, en Argentina. En este punto cabe recordar que en aquellos años los límites de las naciones de Chile y Argentina eran muy diferentes a los actuales, y por lo tanto, para los mapuches era absolutamente normal el moverse a sus anchas por sus amplios y vastos territorios ancestrales. Fue solo en la segunda parte del siglo XIX, el que perdieron su libertad y autonomía, cuando los gobiernos de ambas naciones invadieron y penetraron a sangre y fuego sus territorios, bajo campañas militares brutales, despiadadas e inhumanas, amparadas en leyes retorcidas y en el fuego de las carabinas, el tronar de los cañones y la absoluta disparidad en cuanto a equipamiento militar.
Por un período de aproximadamente 40 años, el poderoso cacique Calfucurá dominó y prosperó con su gente, prácticamente sin contrapeso una vasta zona de las pampas argentinas, lo que incluye a parte importante de los territorios actuales de las provincias de Mendoza, San Luis, La Pampa, Neuquén y Río Negro. Hay que decir, que en aquella época fue un permanente dolor de cabeza para las autoridades del gobierno argentino, quienes se vieron en la imperiosa necesidad de establecer numerosos parlamentos y tratados en los que reconocían sus derechos y su autonomía en las regiones bajo su control. Todo ello se encuentra ampliamente documentado en el amplio caudal de correspondencia entre el gran líder y varios presidentes y altas autoridades tanto de Chile como de Argentina.
También fue en aquellos tiempos, cuando tanto las autoridades, como asimismo, los ávidos y codiciosos comerciantes, los leguleyos inescrupulosos y los poderosos hacendados expandieron corruptamente sus dominios, moviendo para siempre las fronteras que los separaban de esta indómita raza. Todos ellos, así como aún el propio ejército argentino, temblaban de miedo ante la sola perspectiva de tener que enfrentar a su poderoso y mítico ejército de lanceros. Innumerables batallas, triunfos, derrotas, avances y retrocesos, caracterizaron este período histórico de la épica mapuche en las vertientes orientales de los andes. El toqui Calfucurá, fue sin duda alguna, una figura fulgurante, ejemplar y altamente inspiradora, para la moral y la estabilidad de su gente, tanto en aquellos tiempos, como en los tiempos aciagos que estaban por venir.
El significado del apellido Calfucurá en Mapudungum, significa piedra azul. Según cuenta la leyenda, esto se debe a una misteriosa piedra azul con propiedades mágicas o sobrenaturales que encontró en su juventud, y que lo acompañó como una suerte de poderoso y místico talismán hasta el día de su muerte. Existen diferentes versiones acerca de su origen. Finalmente, el gran cacique abandonó su cuerpo físico en junio de 1873, dejando un legado ejemplar y sublime hacia las nuevas generaciones de su amado pueblo. Calfucurá, al igual que muchos legendarios jefes de las diferentes naciones amerindias encarnaba en si mismo las dotes y talentos que deben poseer aquellos líderes que tienen la gran responsabilidad de guiar los destinos de sus pueblos. Entre ellas caben destacar, la brillante y sincera oratoria, la intrepidez, la inteligencia política, el sano orgullo y el amor por sus antepasados y sus tradiciones.
En parte importante, el caótico y desastroso estado del mundo actual, es consecuencia de la absoluta carencia de líderes y gobernantes con el sentido de la ética, la moralidad, la transparencia y el sentido de responsabilidad hacia su gente, como el que encarnó este gran jefe indígena. El afán egoísta por la riqueza, la fama o el poder que caracterizan a los corruptos e ignorantes líderes que gobiernan al mundo en la actualidad se encuentra a años luz, de los principios y códigos de conducta que mayormente impregnaron el comportamiento de los grandes líderes del pueblo mapuche, y por cierto, de muchos de los pueblos y naciones prehispánicos.