~ Breve Mirada al Plano Astral ~
Describir el Plano Astral en pocas palabras, no resulta fácil, ya que es una dimensión o realidad de gran extensión, la que se encuentra más allá del mundo físico, aún cuando ambas realidades se encuentran muy ligadas e inter relacionadas. En términos simbólicos, se puede explicar o entender como un revestimiento muy sutil que envuelve la vida del plano físico, situándose a la vez arriba, abajo, al lado y dentro del mismo. Ciertamente, también se puede describir como aquella región del universo más sutil que lo mas sutil que podamos encontrar en el plano físico, y que naturalmente, tiene muchas implicancias para la vida del ser humano.
Evidentemente la leyes que rigen dicho plano, son diferentes a las leyes que rigen en el plano físico, así como también son diferentes los órganos de percepción. Ya que en el caso del Plano Astral, los cinco sentidos que rigen en el plano físico no se aplican en ese plano o dimensión. Para poder ver o percibir la realidad astral es necesario tener muy desarrollada la intuición y sus facultades intrínsecas como la visión interna, la clarividencia o la telepatía. Facultades o cualidades que se encuentran aún no desarrolladas o dormidas en la mayoría de la gente.
La expresión de la vida en ese plano, también es muy diferente, y se manifiesta en incontables formas y variedades, muchas de las cuales han sido inmortalizadas en la cultura popular o el folklore de las distintas regiones del planeta. Los cuentos de hadas, las historias de seres pequeños, las bellas narraciones acerca de los espíritus de la naturaleza, o bien, las historias de hermosas sirenas, las podemos encontrar prácticamente en todas las leyendas, mitos y narraciones del mundo antiguo, y aún no tan antiguo. De hecho, todos hemos crecido escuchando y maravillándonos ante tales fantásticos relatos.
Así mismo, las supersticiones, las historias de apariciones, fantasmas, de fenómenos paranormales o extrasensoriales, en general tienen sus orígenes en diversas manifestaciones del mundo astral. Del mismo modo, las podemos encontrar reflejadas en incontables expresiones del mundo del arte, como la pintura, la música o la literatura.
Brevemente podemos mencionar, que entre las manifestaciones que podemos encontrar en este plano, se encuentran todos aquellas almas, que luego de abandonar el cuerpo físico, se encuentran evolucionando astralmente, en el período comprendido entre una encarnación y la siguiente. También se pueden encontrar miríadas de formas de vida y existencia, que difieren mucho y en muchas maneras de los conceptos que tenemos de la vida los seres humanos. Ese es un tema muy amplio y vasto, el que supera largamente las posibilidades des este pequeño artículo.
La ciencia oficial o el pensamiento racionalista, aún niega o bien no acepta esta dimensión o realidad diferente, puesto que todavía no cuenta con los instrumentos necesarios que le permitan constatar esta dimensión; lo que de hecho algún día va a ocurrir. Negar esta realidad solo por que no se le a visto, es algo tan pueril, como pensar que los microbios, las bacterias y los virus, solo tuvieron existencia luego de los descubrimientos de Pasteur o de su revelación física a través del uso del microscopio.
El mundo visible fue precedido y creado en el éter, a través de la expansión del mundo invisible. El desconocimiento de esta situación tiene muchas repercusiones sobre la vida del ser humano, ya que todas nuestras acciones, pensamientos o palabras tienen una gran implicancia en el mundo invisible y viceversa. En efecto, a nadie le caben dudas acerca de la existencia de los sentimientos o de los pensamientos, aún cuando nadie los haya visto. De la misma manera, a nadie se le ocurre decirle a una persona enamorada, que el amor no existe, solo por el hecho de que jamás lo haya visto o percibido a través de los ojos físicos.
Esto es algo muy importante de comprender. Ya que si los seres humanos fuéramos mas conscientes de los tormentas astrales o los profundos y catastróficos caos que se generan y derivan con los malos pensamientos, las críticas mal intencionadas o con los sentimientos de rabia, mezquindad, envidia, arrogancia o cualquier tendencia negativa de este tipo; probablemente seríamos mas cuidadosos con nuestros comportamientos, nuestras actitudes y con el inmenso daño que podemos causar en nuestros semejantes o en los mundos sutiles. De hecho, en el ser humano el plano astral tiene correspondencia con el mundo de los pensamientos, que es el plano, desde donde estamos creando permanentemente nuestra propia realidad.
En el conocimiento superior o el entendimiento mas elevado o metafísico, es sabido que el ser humano es capaz de crear verdaderos monstruos astrales, llamados entidades artificiales. Los que se crean en forma inconsciente, y que una vez materializados en la sustancia astral, se nutren y alimentan de todo tipo de sentimientos y emociones negativas que vagan por las corrientes astrales sumándose por la ley de afinidad a todas las energías similares. Los que causan graves perjuicios y daños y no solo en la atmósfera astral de quien los crea, sino que también a todos aquellos que vibran en situaciones similares.
El cielo o el infierno no son lugares o regiones físicas. Son más bien, metáforas del mundo astral, y representaciones simbólicas de estados mentales y emocionales que vamos generando los seres humanos de acuerdo a nuestras tendencias, acciones e inclinaciones. Por lo tanto, toda la creación humana se sustenta en infinidad de niveles que vibran a diferente intensidad, según la naturaleza de quien los crea.
Entonces tenemos que el Plano Astral tiene múltiples niveles y grados o sub divisiones, desde lo más denso a lo más sutil. En los niveles más elevados y sublimes encontramos lo que en la tradición cristiana se denomina como el cielo, donde moran los ángeles y las fuerzas de la Luz. Inversamente, en los niveles mas bajos e inferiores, nos encontramos con lo que se conoce como el infierno, donde moran los demonios, y las entidades y seres degradados y perversos. Entre ellos se encuentran múltiples y variados planos intermedios, poblados por seres y entidades afines a los mismos.
Naturalmente las bendiciones, los pensamientos armónicos, los buenos deseos, la humildad, las oraciones o la nobleza de sentimientos, y en general, todo lo que implique la afluencia de las tendencias o cualidades positivas, encuentran su correspondencia con los niveles mas elevados del Plano Astral. Inversamente, todas las tendencias negativas como la ira, la codicia, el orgullo, los celos o la envidia, encuentran su convergencia en los niveles inferiores del mismo.
La correcta comprensión del mundo invisible resulta de vital importancia, si es que queremos vivir una vida plena, satisfactoria y con mayor consciencia. Entre otras cosas, nos permite darnos cuenta exactamente que nos quieren señalar los maestros y sabios de las distintas tradiciones, los abuelos de las culturas originarias o los seres con mayor comprensión espiritual, cuando nos señalan, que el hombre es el arquitecto de su propio destino. El que finalmente es moldeado y construido principalmente por la influencia y los efectos causados por nuestras palabras, actos, pensamientos y emociones.
La energía en sí misma es de naturaleza neutra, y se puede expresar en diferentes direcciones, dependiendo del propósito y del poder de la intención. Finalmente, todos los rituales, ceremonias o invocaciones, independientemente del tipo que sean, encuentran su vehículo y poder de manifestación precisamente en el mundo astral. Desafortunadamente, en muchos casos, han perdido su potencia espiritual y su enorme poder de bendición, transformándose en meras repeticiones automáticas carentes de poder, fuerza y contenido.
Quienes no lo han olvidado, son las fuerzas oscuras, las que de hecho, se nutren y se valen de las fuerzas inferiores del bajo astral. De hecho, esa es la materia de la que se valen todos los magos negros, y los hechiceros para sus prácticas y rituales de magia negra, para cometer todo tipo de fechorías, daños y perjuicios. Por tal motivo, es que es tan importante saber protegerse correctamente de la influencia maligna que ejercen tales prácticas ruines, perversas y malvadas, cuando se entra en el Plano Astral.
Como manifestamos brevemente en un párrafo anterior, este artículo solo pretende ser una mirada sucinta e introductoria al tema del mundo astral. Ya que un estudio acabado del mismo, es algo que supera largamente la extensión y la finalidad del mismo.