~ Ascensión ~
Toda creación divina, en cualquier expresión, nivel o forma, es el resultado de la inmensa expansión del poder generador de la eterna vibración del Amor. De hecho, en su esencia primordial la energía es puro y genuino Amor Divino. Somos Amor. Amor Puro y Puro Amor. Si fuéramos capaces de recordar eso con mayor frecuencia, nuestra vida daría un giro insospechado hacia niveles de mayor aceptación, plenitud, satisfacción y gozo interior.
Los seres humanos estamos tan ocupados, preocupados, confundidos e intimidados, que hemos olvidado quienes somos. La densidad producida por la identificación con el cuerpo, el ego y el mundo de los sentidos, es como un grueso velo que no nos permite ver o percibir nuestra verdadera y auténtica realidad; la realidad del Ser. Salir del holograma de la ilusión colectiva es un gran paso, y ciertamente el siguiente será más fácil de dar.
Amar a Dios en cualquiera de sus múltiples nombres o formas, amar al prójimo sin distinciones ni intereses egoístas y amarnos y honrarnos a nosotros con total aceptación, respeto y consideración es el desafío y el objetivo más grande al que podemos aspirar los seres humanos. Esencialmente, ese es el mensaje que nos han traído una y otra vez todos los grandes maestros de todos los tiempos y todas las tradiciones.
Ama a tú Ser, despierta a la verdad de tu esencia y recuerda porque y a que has venido a la Tierra. Nadie puede avanzar en su proceso ascensional sin antes haber descorrido el velo de la ceguera y la ignorancia espiritual; y menos aún, sin abrir las puertas del corazón y sin poner los mejores esfuerzos de su parte.
Sin orden ni claridad interna, no hay progreso. Esfuérzate en dar y producir lo mejor de ti, y entonces, todo empezará a cambiar. Cultiva buenos hábitos, vive en forma simple y humilde, escucha la voz de los maestros, cuida tu cuerpo, enriquece la relación con tu espíritu y conviértete en tu mejor compañía. Y entonces, eventualmente podrás llegar a comprender que en forma gradual y progresiva estás ascendiendo.
