~ Silencio Interior ~
De entre todas las cosas que hemos olvidado los seres humanos en la actualidad, quizás una de las más importantes, es nuestra relación con el silencio. Aquel maestro interno que es la conexión directa con nuestro corazón y con el centro de nuestra divinidad. La vida moderna es muy frenética y permanentemente nos está llevando hacia el mundo de las sensaciones exteriores; comparativamente, son muy pocas las personas que cultivan una relación diaria y directa con nuestro Ser, a través del profundo vínculo que se produce a través de la relación con el silencio interno.
Todos los maestros, los sabios y los santos, finalmente encontraron su fuente de inspiración y sabiduría en este poder y esta magia que se produce en la alquimia del silencio del mundo interior. Evidentemente eso no fue algo que se produjera espontáneamente, sino que mas bien, fue producto del esfuerzo diario y la práctica sostenida en aspectos tan importantes como el sostenimiento y el fortalecimiento de la fe, el cultivo de la paciencia, la concentración, la contemplación y la meditación. Para nadie es posible encontrar la verdad del Ser y la tranquilidad del alma, en el mundo de la parafernalia exterior.
En esta época de Kali Yuga, parte importante de la agitación y la turbación mental que aqueja a buena parte de la humanidad se debe a la falta de paz y armonía, ya que vivimos permanentemente en diversas formas, en un estado de permanente desconexión con el Ser interno. Hemos olvidado que el camino de regreso al origen de nuestra alma se encuentra muy ligado al cultivo de esta hermosa relación con lo mas profundo de nosotros mismos, y esto es la verdad el Ser Interno.
Y entonces, tenemos que en la actualidad en forma general, las personas realmente tenemos escaso poder de concentración, y de estar y permanecer en el momento presente. Así podemos ver cómo lo inmediato reemplaza a lo inmediato con una rapidez sorprendente y asombrosa. Basta para ello observar la velocidad con que se mueve la realidad virtual en las redes sociales, en las que se pasa de un tema a otro consecutivamente, sin darnos realmente el tiempo necesario para reflexionar e internalizar en los temas tratados o expuestos. Naturalmente hablando en términos genéricos, ya que la tecnología usada en la manera correcta y apropiada, puede constituirse en una herramienta y un instrumento muy valioso para contribuir tanto al desarrollo material, como al florecimiento espiritual.
En muchas de las sociedades antiguas, como los pueblos indígenas y en general en los pueblos que se gobernaban soberanamente, podemos reconocer que la sabiduría siempre residía en manos de los ancianos, los abuelos y los sabios. Quienes precisamente habían pasado gran parte de sus vidas adquiriendo estos conocimientos, que en buena parte provenían de destinar parte de su tiempo residiendo en la morada de la maestría del silencio. De ese modo se cumplía el alto propósito de la existencia humana, que no es otro que el adquirir sabiduría en la escuela de la vida, y llegar a los últimos años en plena capacidad intelectual e intuitiva.
El haber perdido estas sabias prácticas ha tenido consecuencias muy severas para las sociedades modernas, ya que para lograr la sabiduría y la maestría de la vida, es preciso invertir parte importante de nuestra energía en la consecución de dichos logros. Desgraciadamente hoy en día en el mundo de los mayores, la realidad es muy diferente, y las personas llegan a esos espacios muy debilitadas, sin independencia y, en muchos casos, con mucha tristeza y gran desolación.
Sentimientos tan importantes como la compasión, la humildad, la gentileza, la empatía, y el Amor incondicional, son energías que fluyen como corrientes internas. Es muy difícil que las podamos alcanzar cuando nuestros sentidos están siendo sometidos permanentemente a energías discordantes, las que provienen de fuentes muy diversas como por ejemplo, mala alimentación, hábitos perniciosos, el descuido con el mundo de nuestros sentimientos y nuestros pensamientos, la nefasta influencia de los medios de comunicación masivos, la falta adecuada de actividad física, o la falta de descanso, entre otros factores.
Es bueno recordar el antiguo aforismo, » como es arriba es abajo y como es abajo es arriba «. Lo que en términos simples significa que el macrocosmos se encuentra en el microcosmos y viceversa. De esto se puede inferir que para conocer el universo no es necesario viajar muy lejos, puesto que este se encuentra dentro de nosotros, y la única vía segura para tan espléndido logro es a través de experimentar la divinidad en el silencio que emana del alma. De seguro que de esa forma lo hicieron los maestros, y de seguro también lo podemos lograr nosotros….. El maestro Jesus lo dijo claramente: » el Reino de Dios está dentro de vosotros «.
Por lo tanto, mientras no volquemos nuestros esfuerzos a encontrar ese reino, difícilmente lo vamos a lograr, y ahí nuevamente, la senda del silencio aparece como una gran alternativa. Si destinamos una parte de nuestros esfuerzos diarios en esa dirección, el progreso estará asegurado. Caminando lento, se llega muy lejos. Si observamos con sinceridad la forma en que ocupamos nuestro tiempo y nuestra energía, nos encontraremos con la sorpresa de que la mayor parte de nuestras actividades son bastante irrelevantes, y remotamente nos llevarán al lugar destinado para las personas que buscan la realización espiritual.
Objetivamente son muchas las almas que claman por un mundo mas justo y pleno, donde los seres podamos vivir en paz, prosperidad y abundancia. Por lo tanto, sería muy bueno si cada uno hiciera una reflexión interna acerca de cuánto está poniendo de su parte para que esta realidad sea algo concreto y real. Cualquier maestro iluminado es como una fuente de potente Luz, que tiene una influencia y una radiación que alcanza y beneficia a miles de seres, y si bien nosotros estamos aún muy lejos de la iluminación, el solo hecho de multiplicar nuestros esfuerzos en esa dirección, tiene también una enorme influencia muy benéfica para todo el mundo, la madre tierra y todos los seres que evolucionan en ella.
El silencio también es una vibración muy poderosa cuando entramos en el en una manera adecuada. Nos permite sintonizar con las altas frecuencias que emanan desde el Gran Sol Central, desde las Jerarquías de Luz o desde el corazón de los Altos Maestros, logrando con ello un gran beneficio en nuestros caminos y objetivos particulares. Eso lo saben muy bien quienes practican con regularidad la meditación en cualquiera de sus formas.
Otro de los grandes beneficios de la práctica del silencio, es que mejora en forma notable la facultad de la intuición. Esto nos hace mas inteligentes y asertivos en nuestras relaciones, actividades, elecciones y también en nuestros propósitos; y nos permite vivir con mas alegría, mayor armonía y con un sentimiento mas pleno y trascendente.
La vida del ser humano, desde los mas remotos orígenes ha constituido un permanente enfrentamiento entre las fuerzas de la Luz y las fuerzas de la oscuridad. Entendiendo por oscuridad, la prevalencia de todas aquellas tendencias y atributos negativos como la rabia, el orgullo, el egoísmo, la arrogancia, la vanidad, la violencia o la avaricia. Dicha prevalencia es un gran obstáculo que nos empequeñece, y sin lugar a dudas, ensombrece el florecimiento de las cualidades o atributos divinos, tales como la generosidad, la humildad, el altruismo, la nobleza, la compasión o el Amor en sus diferentes manifestaciones. Y aquí nuevamente aparece el silencio, como una facultad muy efectiva para ayudarnos a comprender y trascender la naturaleza inferior de la condición humana.
Que la Gracia Divina ilumine y bendiga con abundancia, buena salud, entendimiento y prosperidad a todos los seres.
~ Águila Blanca ~