Muchos cambios, eventos, alineaciones, re-configuraciones físicas y energéticas, así como transformaciones cósmicas cuánticas están ocurriendo al mismo tiempo en el planeta. Dependiendo de donde pongamos nuestro foco de atención, será el nivel de conexión que logremos con la naturaleza de dichas diferentes realidades. Hay ciertos aspectos que son muy importantes de considerar por todos aquellos que están centrando su atención en los tiempos de revelaciones y flujos ascensionales por los que estamos transitando.
Una alimentación sana y balanceada, la mantención de la mente abierta y sin expectativas, el buen uso del factor tiempo, el control de las emociones y los pensamientos, el cultivo reverente de un corazón lleno de esperanza y optimismo, la sana y prudente distancia de todo lo que produce disociación, perturbación y negatividad, la autorreflexión, la meditación o el canto sagrado, son todas herramientas muy válidas y eficaces para navegar en estos períodos de aguas revueltas.
La elevación de la vibración hacia frecuencias u octavas de consciencia superior, no ocurre de manera automática o sin esfuerzo propio. Mas bien se requiere salir del modo “piloto automático” en que viven sumidas las grandes mayorías, y para eso hay que trabajar arduamente. El Paradigma Superior, no puede ser alcanzado desde el limitado y estrecho paradigma tridimensional. Este, ya cumplió su propósito, y su función opera solo dentro de su esfera o campo de acción.
En la medida en que aumentamos nuestro empoderamiento interior, el camino se hace más atractivo, mágico y gratificante. Y sin lugar a dudas, si hacemos nuestra parte, el cielo hará la suya, colmándonos de bendiciones y generando la apertura de nuevos portales, opciones y oportunidades. Las que de modo natural facilitarán el avance y el progreso hacia el logro de nuestros objetivos y metas superiores.
Algún día no muy lejano, la humanidad alcanzará una masa crítica de seres conscientemente despiertos, lo que hará el proceso mucho más fácil y suave para quienes vienen un poco más atrás. Si damos unos cuantos pasos hacia nuestra propia Divinidad, ella dará decenas hacia nosotros. El Alma es un vehículo dimensional que nos permite la conexión y la armonización con nuestro propio Plan Divino; y con ello, con el Plan Divino de Dios/Padre/Madre.
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~ Águila Blanca ~