El Maestro Saint Germain, perteneciente a la alta Jerarquía de Luz de los Maestros Ascendidos, es un Ser majestuoso y extraordinario, quien ha estado trabajando desde tiempos inmemoriales por el progreso, la prosperidad y la evolución del género humano y la vida en el planeta. Aún cuando es desconocido para las grandes mayorías, la gloria de su ilimitado poder ha incidido e influido en muchas formas en el desarrollo de la vida en la tierra. De una u otra forma, siempre ha estado involucrado en muchos de los grandes cambios y profundas transformaciones que hicieron moverse hacia adelante a las sociedades humanas.
Desde el punto de vista de la historia oficial, su figura siempre ha estado rodeada de un aura de magia y misterio, así como de leyendas que han dado pauta a todo tipo de interpretaciones, algunas de las cuales, un tanto extravagantes. Pero lo cierto, es que la figura de Saint Germain aparece en la historia aproximadamente a finales del siglo dieciséis, y según cuentan los relatos de la época, a partir de aquellos tiempos es que se registra su existencia y su aparición en las diferentes sociedades y cortes europeas. Donde su presencia ejerció grandes y profundas influencias en los acontecimientos de aquellos tiempos, las que están refrendadas por los testimonios de grandes personalidades de la época, así como también en los periódicos de dicho tiempo.
Por lo general, todas las referencias históricas acerca de su personalidad, lo describen como alguien extremadamente refinado, que parecía saberlo todo, independiente de la naturaleza de los temas, y que parecía haber recorrido el mundo entero, habiendo sido testigo presencial de todos los sucesos que en él pudieran haber ocurrido. Dotado además, de un genio artístico sobrenatural, extraordinarias cualidades como diplomático, impecable cortesía y una dignidad absolutamente fuera de lo común. A pesar del paso de los años y las décadas, siempre aparentaba una edad no superior a los 30 años, y con frecuencia podía ser visto simultáneamente tanto en un lugar, como en otro muy lejano. Mucho se ha dicho y escrito al respecto, por lo que hay mucho material disponible para quienes deseen indagar y hacer sus propias exploraciones.
Desde el punto de vista metafísico, todas esas manifestaciones no son más que pequeñas y limitadas expresiones de la majestuosidad de este extraordinario y elevado Maestro de Luz, quien con brillo propio ha alumbrado la vida en el planeta en los últimos milenios. Algunas de sus encarnaciones más conocidas, lo sitúan primeramente como el profeta Samuel, importante figura del antiguo testamento, luego como José el carpintero, esposo de María y padre del mismo Jesús. Más tarde, aparece como el mártir San Albano en Inglaterra en el siglo III, de nuestra era, y aún más adelante como Roger Bacon, en el siglo XIII, reconocido filósofo, científico, alquimista y profeta.
Posteriormente llegaría a ser conocido oficialmente como el conde de Saint Germain, en aquellos tiempos en que deslumbró a las sociedades europeas en los siglos posteriores al renacimiento. Pero lo cierto, es que su presencia benefactora en la tierra se sitúa todavía mucho más atrás, remontándonos a los legendarios tiempos de Lemuria y la Atlántida. Y más aún, podemos percibir sus huellas en los lejanos y remotos tiempos del amanecer del planeta, al cual llegó acompañado de otros grandes Seres de su misma estirpe y linaje, quienes conforman la logia blanca de la Hermandad de los Maestros Ascendidos.
Seres de la magnífica estatura espiritual del maestro Saint Germain, trascienden todas las leyes físicas de la naturaleza, por lo tanto, para poder llegar a vislumbrar su gloria, necesariamente hay que desprenderse de todos los prejuicios y las condicionantes que el limitado mundo racional impone en el pensamiento y la mente colectiva. Cualquiera de sus múltiples manifestaciones en el plano físico, siempre estuvieron caracterizadas por su determinación y sus ingentes esfuerzos por guiar al mundo hacia los reinos de la Consciencia Divina, a través de la inspiración y la elevación del espíritu y el alma humana hacia los planos y esferas superiores. Espacio donde el gran maestro Saint Germain ocupa un lugar muy destacado, relevante y de gran influencia en lo que a la tierra se refiere, a cargo, entre otras funciones, de la dirección del Séptimo Rayo de la Todopoderosa Llama Violeta.
En la actualidad, proporcionalmente aún son muy pocas las personas que están familiarizadas con la importancia y los refinados y altos conocimientos que poseen aquellos seres que viven en las dimensiones superiores. O bien, acerca de la infatigable labor que cumplen los Maestros Ascendidos en los planos sutiles, en favor de la vida, la expansión y el sostenimiento de la misma en el planeta.
Una de las poderosas herramientas de las que se valen para cumplir tan noble y elevada misión, la constituyen los 7 Rayos, también llamadas las 7 Llamas Sagradas, a las cuales pertenece la Llama Violeta. En la naturaleza podemos encontrar esto bellamente representado simbólicamente en la impecable y poética visión del arco iris. Básicamente, y en términos muy simples de comprender, las Llamas Sagradas pueden ser descritas como frecuencias o energías de Luz que son pulsadas en forma constante y permanente desde los reinos de Luz, las cuales entran y se distribuyen en las redes de los campos electromagnéticos de la tierra a través de las rejillas cristalinas. Cumpliendo diferentes funciones, de acuerdo a las propiedades, designios y facultades específicas a los colores de cada Llama.
Entre los inmensos e ilimitados atributos y cualidades de la Llama Violeta, se puede mencionar su gran poder alquímico transmutador, vale decir, la capacidad de elevar cualquier situación a sus octavas superiores. Sus magníficos resultados operando como Ley del Perdón, en cualquier situación relativa a los sentimientos y emociones derivados de la culpa y las energías negativas. Otro gran beneficio que podemos lograr a través de la práctica regular y metódica de la Llama Violeta, es el de limpiar, purificar y balancear grandes cantidades de pesado y denso Karma, tanto a nivel individual, como colectivo. El principio de la Ley del Karma, comprendido correctamente, es una excelente clave para explicar el estado básico, degradado y caótico en que se encuentra sumida la humanidad. Ya que finalmente como bien sabemos, el hombre es el arquitecto de su propio destino, el que está siendo moldeado y creado permanentemente a través de las consecuencias y los efectos ejercidos por sus palabras, pensamientos y acciones.
Cualquier persona se puede ver muy bendecida y beneficiada en múltiples aspectos por la invocación regular y metódica de las infusiones de la Sagrada Llama Violeta. La cual actúa en forma sutil y multidimensional a la vez, limpiando, transmutando y equilibrando los diferentes cuerpos o envolturas que conforman y vitaliza la existencia de cualquier alma encarnada. En forma muy similar a los decretos, para lograr los insignes beneficios de la Llama Violeta, es muy importante no solo el poder de la intención, sino también el sostenimiento y la perseverancia del mismo en el plano de los sentimientos, las emociones y los pensamientos. En este punto es muy importante el comprender los principios de la Ley Divina de la Afinidad, lo que en la práctica significa que lo similar atrae lo similar. Por lo tanto, para usar correctamente la invocación de la Llama Violeta, es muy importante mantenerse en un ánimo y una predisposición receptiva, abierta y positiva.
De la misma manera, debemos cuidarnos de caer en el error tan común de usar dicha valiosa herramienta sin fe, esperanza y determinación. El esfuerzo, la disciplina, y la constancia son atributos absolutamente inherentes a cualquier tipo de práctica espiritual, sin ellos presentes, podemos estar seguros también de la absoluta ausencia de resultados. La Llama Violeta, naturalmente no es una excepción a esta regla del mundo espiritual.
Resulta difícil hacer una separación entre la majestuosa y mítica figura del maestro Saint Germain, y las cualidades y atributos propios del poder y la gloria de la Llama Violeta, ya que Él en sí mismo, es una personificación y expresión total y completa de la misma. Lo mismo cabe y es aplicable para el Arcángel Zadkiel, Lady Amatista o cualquiera de aquellos magníficos Seres de Luz que se encuentran trabajando en el servicio de los diferentes niveles y manifestaciones de la Llama Violeta.
El extraordinario y amado maestro Saint Germain ocupa un rango y una posición muy elevada en los Reinos de Luz. Y como decíamos al principio del artículo, desde eones de tiempo ha trabajado incansablemente en beneficio de la humanidad en diferentes formas y maneras, de acuerdo a las épocas y situaciones específicas a cada tiempo en particular. Naturalmente, en la época actual sigue cumpliendo un rol de enorme trascendencia, en el que le cabe una gran importancia a la instauración en la tierra de una nueva Edad Dorada.
Ello sólo será posible, cuando un número importante de seres humanos alcance altos grados y niveles de vibración y comprensión espiritual. A tal punto, que la Luz que sean capaces de proyectar y emitir, influya de manera determinante y positiva el pensamiento colectivo de las grandes masas, aún dormidas y esclavizadas en el largo y letárgico sueño de la ilusión y la ceguera espiritual.
Quien invoque con respeto y devoción el nombre de Saint Germain, o de cualquier otro maestro de la jerarquía, inmediatamente será respondido con una fresca y cálida bendición, ya que ellos, siempre tendrán la mejor disposición para todas aquellas almas que buscan la superación, el progreso y el desarrollo espiritual.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.