~ Corazón Divino ~
No existe en el hombre espacio más dulce, amoroso, tierno y sabio que su propio Corazón. La parafernalia, la distracción y el ruido exterior nos alejan irremisiblemente de la inmensa quietud del Corazón.
Simbólicamente se puede decir que en el ser humano el Alma mora en la cavidad de su Corazón. Por lo tanto, quien se encuentra desconectado con la fuente de su Corazón, también lo estará con la fuente de su Alma Divina.
No necesitamos viajar a las estrellas para encontrar a Dios. Solo necesitamos aprender a observar a través de nuestro ojo interno; y pensar, sentir, intuir y actuar según los dictados de nuestro propio Corazón.