~ Iluminación ~
Somos Luz, esencialmente Luz; diamantes de Luz Divina. La Luz es la condensación del Amor primordial en su más elevada y refinada concepción. Solo que luego del transcurso de siglos y siglos de confusión, manipulación y distorsión en múltiples niveles lo hemos olvidado. Eso es lo que se conoce como la caída del hombre, relatada en forma alegórica en la pérdida del paraíso terrenal en el mito bíblico de Adán y Eva.
Donde reina la Luz, la oscuridad no tiene cabida. El miedo el caos, la división, la ignorancia, la separación, el egoísmo, la debilidad o la violencia son claras muestras de la materia prima de la que se nutre la oscuridad. Alimentarla es darle poder. Una parte muy importante de la humanidad se encuentra actualmente atrapada en ese difícil e intrincado proceso evolutivo.
Retornar a nuestra esencia es retornar a la Luz, al Amor, a la Bondad y a todo lo que es bello, noble, elevado y sublime. Quienes caminan por esa sagrada senda tienen una gran responsabilidad no solo consigo mismo, sino también con el género humano y con el Plan Divino que lo sustenta. Mantener el foco de Luz e irradiarlo, sin darle importancia a toda la distracción y la parafernalia imperante es tarea del verdadero guerrero espiritual.