El apego irracional e irrestricto hacia creencias erradas, dogmatismos e ideologías restrictivas, prejuicios estrechos, o la absurda negación de todo lo que se encuentra más allá de nuestro limitado campo de comprensión, se cuentan entre las inclinaciones negativas que esclavizan, empequeñecen y desvirtúan el desarrollo de la estructura de la personalidad humana.

 

Estas deben ser arrancados de raíz del comportamiento y las conductas de todos aquellos seres que quieran encaminarse en su proceso ascensional. De otro modo, todos los esfuerzos resultarán vanos y estériles. El salto dimensional no es fácil de dar, ni menos, en modo alguno un fenómeno automático o espontáneo. Pero, si nos preparamos y esforzamos convenientemente, tampoco en la actualidad es algo imposible de alcanzar.

 

Por lo tanto, utilizar en buena forma el tiempo que disponemos, los recursos y las herramientas con que contamos, es responsabilidad de cada cual. Nada cambia si no cambia nuestra mirada; de lo contrario siempre seguiremos viendo lo mismo. La Ascensión a las dimensiones superiores está mucho más allá de lo que podamos entender o asimilar mientras, nos encontremos sujetos a las férreas limitaciones del rígido paradigma tridimensional.