Según los textos de las sagradas escrituras de la India, en tiempos en que decrece la virtud y florecen y proliferan las malas tendencias, las cualidades negativas y reinan y prevalecen las fuerzas de  la oscuridad, Dios mismo encarna en un cuerpo físico con el alto propósito de restablecer el bien y la rectitud, así como también, para proteger y mantener viva la chispa divina en el corazón de las almas devotas y piadosas. Así fue que la conciencia cósmica, descendió en muchas ocasiones, en diferentes épocas, con distintos cuerpos y diversos nombres, propósitos y finalidades. Entre los que podemos mencionar a Jesús, Rama, Krishna, Buda o Viracocha, entre otros.

 

En tiempos actuales, ese fue el caso de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba, quien vino al mundo un 23 de Noviembre de 1926, en la pequeña y humilde aldea de Puthaparti, en el Sur de la India. Nació en una familia iletrada, modesta  y pobre, pero con gran devoción y apego al Dharma y con gran vocación hacia el mundo espiritual. Desde muy pequeño, su vida estuvo marcada por situaciones muy especiales y permanentes, misteriosos y majestuosos milagros, lo cual, se constituiría en una constante a lo largo de toda su vida. 

 

Ya desde muy temprana edad su Luz y especial magnetismo empezaron a atraer a mucha gente de diferentes estratos y condiciones sociales. Lo que con el paso de los años convirtió su Ashram principal Prashanti Nilayam, en uno de los lugares de mayor peregrinaje espiritual en toda la India. Al cabo de algunos años, los visitantes se convertirían en multitudes de cientos de miles de personas y que en ocasiones especiales llegaron a superar un par  millones. Quienes por diferentes motivos o razones, fueron llegando desde los mas apartados rincones del mundo  a la remota y rústica aldea del Sur de la India, en el estado de Andhra Pradesh.

 

En la filosofía de la India, el concepto de Avatar es algo muy conocido y aceptado. Y se sabe que se puede manifestar en diferentes formas, y diversos grados, de acuerdo a la intención y el propósito del plan divino. En el caso de Sri Sathya Sai Baba, se puede decir que el pertenece al primer y mas alto nivel. Lo que se puede resumir brevemente en tres aspectos esenciales que se manifestaron en forma natural y espontánea tempranamente  en su manifestación física cómo los son la Omnisciencia, la Omnipotencia y la Omnipresencia.

 

Los propósitos de los avatares pueden ser variados y diferentes, de acuerdo a la voluntad divina, así como a las tendencias e inclinaciones de las sociedades humanas en los tiempos de su advenimiento. Uno muy importante y de máxima relevancia, es el de confrontar a las fuerzas de la oscuridad, las que en el mundo actual podemos ver manifestadas y actuando en múltiples formas y maneras. Fácilmente, esto lo podemos observar y corroborar en la corrupción generalizada, el egoísmo imperante, la violencia desgarradora y sin límites de guerras absurdas y crueles. O bien,  en los hábitos malsanos de gran parte de la población, y en general en la ignorancia, la falta de verdadero discernimiento, y a todas las nefastas consecuencias que conllevan las permanentes y degradantes violaciones de las leyes y principios divinos. 

 

Dichas fuerzas maléficas tienen su génesis y su raíz en  en la manifestación de comportamientos tan errados como el egoísmo, la avaricia, la arrogancia, la envidia, el libertinaje, los celos, la discriminación o bien, en los hábitos violentos, entre otras tantas tendencias negativas. Tales tendencias y atributos caminan como una sombra tenebrosa tras los pasos de los seres humanos, vestidas con el ropaje de las tentaciones. Y naturalmente cumplen un rol esencial y fundamental en el mundo de la dualidad, representando u reto y una prueba fundamental a superar, para recuperar nuestro verdadera naturaleza espiritual.

 

En los tiempos en que el maestro Jesús caminó en la tierra, hace ya poco mas de 2.000 años, dichas fuerzas, estaban representadas simbólicamente por satanás y el predomino de las fuerzas diabólicas. En el caso de la epopeya narrada en el Ramayana, tomaron la forma de Ravana y las fuerzas rakshasas. Y en el caso de Krishna, en el Mahabharata, por Kamsa, y el maléfico clan de los Kauravas.

 

Otro de las grandes intenciones y propósitos de la voluntad y encarnación avatárica, es el recordar a la dormida humanidad, la importancia que tiene para una vida plena, el vivir la vida en forma alegre, simple y entusiasta, con gran conexión con nuestros propios corazones. Ya que es muy difícil progresar y desarrollarse espiritualmente, cuando nuestros corazones se encuentran cerrados o bloqueados, independiente de las razones kármicas, para tal situación. Por tal razón, Dios mismo toma un cuerpo humano, comportándose como un ser humano común, para demostrarnos con su vivo ejemplo, cual es la mejor forma de experimentar en forma exitosa, la maravilla y el privilegio de la encarnación humana.

 

En el elevado entendimiento espiritual, se puede decir simbólicamente que Dios tiene mil nombres, y que todos le pertenecen. Algunos lo pueden llamar Jehová, otros Ala, Cristo o simplemente el Gran Espíritu. Cualquiera de ellos que elijamos estará muy bien, cuando lo hagamos con fe, amor y reverencia. Esa también era una de las prioridades de Sai Baba, el que los seres humanos seamos tolerantes y respetuosos con las antiguas tradiciones y los principios originales de todas las grandes religiones o movimientos espirituales. Las que aún en sus aparentes ángulos propios  y particularidades, adoran y reverencian al mismo principio creador. 

 

El Avatar no viene a dividir, sino a multiplicar. Por lo tanto, siempre instó a los católicos a seguir profundamente los pasos de Jesús, a los musulmanes a poner en práctica en sus vidas diarias, las sabias enseñanzas del Corán o a un budista a convertirse en un vivo ejemplo de la verdad, la compasión y las sabias enseñanzas de Buda. Popularmente, se dice que todos los caminos conducen a Roma, similarmente, en el mundo espiritual, todos los caminos conducen al mismo destino o meta final, que es la Liberación o Realización del Ser.

 

Las enseñanzas y la filosofía de Sathya Sai Baba, se pueden sintetizar en forma muy simple en cinco grandes principios o valores esenciales: Verdad, Rectitud, Amor, Paz, y No Violencia. Quien se mantenga dentro de la práctica de dichos valores, sin duda, podrá lograr una vida auspiciosa y un  gran progreso espiritual. 

 

En términos prácticos, eso significa que para llevar eso adelante, debemos necesariamente alejarnos de las malas compañías, vivir una vida correcta, con moderación y autodisciplina, procurar siempre hacer el bien, y cuando no podamos, al menos abstenernos de hacer el mal. Respetar las creencias ajenas con el mismo fervor que lo hacemos con las propias, estudiar y comprender correctamente las diferentes escrituras sagradas, y en lo posible rodearnos de la bendición y las enseñanzas de un verdadero maestro o líder espiritual. 

 

De la misma manera, para avanzar y afianzarse en el camino espiritual, Sai Baba, siempre aconsejó,  la práctica de cantos devocionales, la oración sincera, la importancia en los alimentos que consumimos, la repetición del nombre divino, el uso apropiado de la ciencia de los mantras, la auto indagación y la meditación, así como mantener el cuerpo físico en buena forma. La combinación de tales prácticas en nuestra vida diaria nos dará confianza, tranquilidad mental, paz interior, y finalmente desarrollará nuestra intuición y con ello, la conexión con nuestro Ser Superior.

 

En términos metafísicos se dice que como es arriba es abajo, y como es adentro es afuera. Finalmente, para que predomine la oscuridad, necesariamente esto se debe a la falta de Luz, ya que la oscuridad desaparece inmediatamente en la presencia o ante el avance de la Luz. Entonces,  otro de los pilares fundamentales de la filosofía Sai, es el restablecimiento de la Luz en el oscurecido corazón de los seres humanos. 

 

En el campo del ámbito social, educacional o médico, no hay parangón el mundo contemporáneo con los cambios y transformaciones que silenciosamente fue llevando adelante. Brevemente podemos mencionar la educación total y gratuita,  que han recibido cientos de miles de estudiantes de todas las esferas sociales, tanto en los niveles primarios, secundarios y superiores, graduándose con los mas altos promedios de la nación India. Transformándose de paso  en verdaderos ejemplos en cuanto a la virtudes y la excelencia que se pueden lograr, cuando se educa a la población con el sabio respeto hacia los valores espirituales, las grandes verdades, así como a la importancia de la ética y la moralidad.

 

Se cuentan por cientos de miles, las personas pobres que han sido atendidas con respeto, cuidado  y excelentes resultados en los cientos de centros de salud y hospitales, algunos de ellos dotados con las mejores tecnologías actuales del planeta. Así también, son millones, las personas que han sido beneficiadas con las inmensas e impresionantes obras de ingeniería, para dotar de agua potable a miles de pequeñas aldeas y villas de la India mas pobre y rural. Diariamente miles de voluntarios, salen a hacer los mas diversos servicios en la comunidad, que van desde repartir medicinas, alimentos, vestuario, limpieza de canales y ductos, atención de los enfermos, paliar las consecuencias de las catástrofes naturales, y un sin fin de otras tantas atenciones a las necesidades sociales de las mayorías pobres y carentes de los beneficios del progreso.

 

Todos los servicios de las organizaciones Sai, de cualquier naturaleza o envergadura que sean, siempre son absolutamente gratuitos. Demostrándole de ese modo al mundo, que cuando se juntan y se unen las voluntades, nada es imposible. Algo tan diferente a lo que ocurre en lo que conocemos como el mundo, desarrollado, donde todo es negocio, mercantilismo y ganancias materiales. Y donde mucha gente, a pesar de la inmensidad de los recursos, solo ven como privilegios de algunos, cosas tan básicas como la salud, la educación, la alimentación o la vivienda.