Lo que ciertamente no resulta nada de fácil, ya que tanto su historia como su utilización están íntimamente ligadas a una gran cantidad de diferentes y dispares tribus y pueblos de las cuencas y regiones amazónicas. Las cuales son bastante disímiles y distantes entre si, tanto en lenguaje, formas culturales, tradiciones, regiones geográficas, etc. Además, desde luego, siempre se encuentra envuelta en mitos, leyendas y alegorías que el hombre moderno difícilmente esta capacitado para comprender.
De lo que si podemos estar seguros, es de la vital importancia que ha tenido y aún sigue teniendo en la vida y la cultura de dichos etnias y pueblos, tanto en sus ritos ancestrales, como en sus aspectos medicinales y shamánicos. En este punto es muy necesario considerar, que la adaptación, la integración y la comprensión que poseían cualquiera de dichas tribus y pueblos, en relación con la madre naturaleza y sus diferentes realidades o dimensiones; constituyen algo muy distante y diferente de cualquier concepto que podamos tener de ello las sociedades mas modernas y sofisticadas.
Para dichas culturas, la naturaleza era algo así como una infinita botica divina y una gran madre, generosa y proveedora. Y bueno, es de ahí precisamente, desde donde deriva y proviene este inmenso conocimiento arcano y misterioso de la ciencia de la Madre Ayahuasca. Lo mismo es también válido para infinidad de otras plantas, vegetales y minerales de la jungla amazónica y sus diferentes y variados usos.
Y así es, que la medicina de la Ayahuasca paulatinamente fue saliendo de sus contornos y dominios propios en la selva, y empezó a visitar ciudades, países y nuevas realidades. En la actualidad ya forma parte de un conocimiento colectivo y se a convertido en una alternativa válida en lo que se refiere a los diferentes tratamientos y procesos de curación. Ello es válido, tanto en los niveles físicos, psicológicos, o espirituales. En la actualidad, la podemos encontrar ligada a diversos círculos sociales y variados campos, tales como la química, la medicina, la física, la psicología, la antropología o la espiritualidad.
A menudo podemos encontrar mucha confusión y exageraciones de todo tipo en cuanto a los alcances relativos al poder medicinal de esta sagrada planta. Cualquier persona con un conocimiento mediano de lo que significan los complicados procesos de curación, y las dificultades que están implícitas en la curación de los diferentes aspectos del ser humano, sabe que esto es algo muy relativo y también muy particular. Y que lo que le puede hacer muy bien a una persona, no necesariamente se tiene que cumplir en otra. Hay muchos aspectos, factores, y variadas causas. Naturalmente cada enfermedad tiene su correspondencia con diversos componentes de desequilibrios energéticos de distinta tipo y naturaleza, tales como aspectos kármicos personales o enseñanzas que debemos aprender. En definitiva, la enfermedad en si mismo también es un camino de curación y de evolución espiritual.
Aquí es muy importante, el saber hacer una buena comprensión del hecho de que precisamente y de acuerdo a las leyes espirituales, finalmente cada uno es responsable de si mismo, y del estado en que se encuentra. Por lo tanto, cada cual debe poner mucho de su parte para lograr el éxito en su propia curación, ya que sin verdadera autodisciplina y sin esfuerzos por cambiar nuestros malos hábitos, es muy difícil lograr una curación total o permanente. Eso es un largo proceso que normalmente le lleva al ser humano gran parte de la vida.
Pero, también ahí es donde debemos ser cuidadosos y precavidos, ya que que en el plano astral, y en el mundo invisible, como mencionamos mas arriba, existen diversos y variados niveles y grados. Entre otros, los mas bajos, en los que abundan diablos, demonios y seres malvados y perversos. Los planos intermedios, en los que moran y evolucionan muchos seres de diversos reinos de distinta condición y grado evolutivo, entre los que que también se encuentran las almas y los espíritus de quienes descansan de la experiencia en el cuerpo físico, y progresan en espera del tiempo de una nueva oportunidad de reencarnar. Y naturalmente también los planos altos, sutiles y elevados, donde moran los Angeles, los Seres de Luz y los Dioses del alto cielo.
Muchas bendiciones, a quienes se acerquen con respeto, reverencia y humildad, al conocimiento arcano de esta ciencia sagrada y milenaria del mundo vegetal de la selva amazónica.
